Verifica las conexiones de alimentación: Asegúrate de que el cable de alimentación esté correctamente conectado tanto a la computadora como a una toma de corriente funcional. Si es una laptop, verifica que la batería esté cargada o conecta la computadora directamente a una fuente de alimentación.
Reinicia el sistema: Mantén presionado el botón de encendido durante unos segundos hasta que la computadora se apague por completo y, luego, presiona nuevamente el botón para encenderla.
Verifica los indicadores de encendido: Si hay luces indicadoras en la computadora, asegúrate de que estén encendidas o parpadeando correctamente. Si no se encienden, podría indicar un problema de alimentación o hardware más serio.
Reinicia el sistema: Mantén presionado el botón de encendido durante unos segundos hasta que la computadora se apague por completo y, luego, presiona nuevamente el botón para encenderla.
Verifica los indicadores de encendido: Si hay luces indicadoras en la computadora, asegúrate de que estén encendidas o parpadeando correctamente. Si no se encienden, podría indicar un problema de alimentación o hardware más serio.
Reinicia la computadora: Un reinicio puede ayudar a liberar recursos y solucionar problemas temporales. Cierra todas las aplicaciones y reinicia la computadora.
Verifica el uso de recursos: Abre el Administrador de tareas (Click derecho sobre la barra de tareas) y verifica qué aplicaciones o procesos están utilizando muchos recursos de CPU, memoria o disco. Si hay alguna aplicación que consume demasiados recursos, ciérrala o desinstálala si no es necesaria.
Realiza un escaneo de malware: Utiliza un programa antivirus actualizado para realizar un escaneo completo del sistema en busca de malware y virus que puedan ralentizar la computadora. Elimina cualquier amenaza detectada.
Libera espacio en el disco duro: Si el disco duro está casi lleno, puede afectar el rendimiento general de la computadora. Elimina archivos y programas innecesarios o utiliza herramientas de limpieza de disco para liberar espacio.
Verifica el uso de recursos: Abre el Administrador de tareas (Click derecho sobre la barra de tareas) y verifica qué aplicaciones o procesos están utilizando muchos recursos de CPU, memoria o disco. Si hay alguna aplicación que consume demasiados recursos, ciérrala o desinstálala si no es necesaria.
Realiza un escaneo de malware: Utiliza un programa antivirus actualizado para realizar un escaneo completo del sistema en busca de malware y virus que puedan ralentizar la computadora. Elimina cualquier amenaza detectada.
Libera espacio en el disco duro: Si el disco duro está casi lleno, puede afectar el rendimiento general de la computadora. Elimina archivos y programas innecesarios o utiliza herramientas de limpieza de disco para liberar espacio.
Verifica la temperatura: Si la computadora se sobrecalienta, puede apagarse automáticamente para protegerse. Asegúrate de que los ventiladores estén funcionando correctamente y limpia el polvo acumulado en los conductos de ventilación.
Verifica los ajustes de energía: Accede a las opciones de energía en el Panel de control y verifica que no esté configurada para apagarse o reiniciarse automáticamente.
Verifica los controladores y actualizaciones: Asegúrate de tener los controladores más recientes para los componentes de hardware, como la tarjeta gráfica y el chipset. Además, verifica si hay actualizaciones de Windows disponibles e instálalas, en configuración "Actualización y seguridad".
Verifica los ajustes de energía: Accede a las opciones de energía en el Panel de control y verifica que no esté configurada para apagarse o reiniciarse automáticamente.
Verifica los controladores y actualizaciones: Asegúrate de tener los controladores más recientes para los componentes de hardware, como la tarjeta gráfica y el chipset. Además, verifica si hay actualizaciones de Windows disponibles e instálalas, en configuración "Actualización y seguridad".
Toma nota del mensaje de error: Si aparece un mensaje de error específico, anótalo o toma una captura de pantalla para buscar información relevante en línea.
Realiza una búsqueda en línea: Utiliza el mensaje de error como término de búsqueda para encontrar posibles soluciones. Es probable que otros usuarios hayan encontrado y solucionado problemas similares.
Desinstala programas recientemente instalados: Si el problema comenzó después de la instalación de un programa, intenta desinstalarlo para ver si resuelve el error.
Restaura el sistema: Utiliza la función de Restaurar sistema de Windows para regresar a un punto anterior en el tiempo donde la computadora funcionaba correctamente.
Realiza una búsqueda en línea: Utiliza el mensaje de error como término de búsqueda para encontrar posibles soluciones. Es probable que otros usuarios hayan encontrado y solucionado problemas similares.
Desinstala programas recientemente instalados: Si el problema comenzó después de la instalación de un programa, intenta desinstalarlo para ver si resuelve el error.
Restaura el sistema: Utiliza la función de Restaurar sistema de Windows para regresar a un punto anterior en el tiempo donde la computadora funcionaba correctamente.